¿Por qué el relacionamiento es un factor clave en el potencial de los líderes?
En las 3.500 o más sesiones de Coaching Ejecutivo que he realizado a ejecutivos en el transcurso de los últimos 17 años, he encontrado que en el 80% de estos procesos la dirección tiende hacia el Relacionamiento Interpersonal.
De este modo, los ejecutivos acuden al Coaching Ejecutivo, motivados principalmente por la forma como se están relacionando. Además, con el interés genuino de incrementar sus habilidades, conscientes de los grandes bloqueos que un relacionamiento interpersonal deficiente puede significar para su carrera profesional.
En ocasiones, este diagnóstico procede de la retroalimentación de su jefe, de sus pares, de su equipo, de la Evaluación de Desempeño, y en otras ocasiones porque lo detecta el mismo líder.
De cualquier manera, esta desventaja se vuelve una piedra en el zapato para los líderes. Pues ocasiona que su carrera se frene, que se presenten conflictos con su entorno laboral, que las metas organizacionales se hagan más difíciles de cumplir, e incluso puede resultar en su despido.
Cuando hablamos de Relacionamiento Interpersonal en los líderes, nos estamos refiriendo específicamente a la capacidad para establecer y mantener relaciones cordiales, recíprocas y cálidas; así como redes de contacto con personas clave para su interacción, para el cargo y para la organización.
Esto no significa ir al trabajo a hacer amigos, como muchas personas lo expresan “safándose” de esa gran responsabilidad del líder con su entorno: RELACIONARSE Y COMUNICARSE EFECTIVAMENTE.
Enseguida quiero explicar las razones poderosas que justifican el que un líder debe tener un Relacionamiento Interpersonal eficaz y una forma de comunicarse efectivamente.
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En la medida en que los líderes establecen relaciones con las personas indicadas en la organización, e incluso fuera de ella. Tienen la posibilidad de acceder a información, ayuda, consultas e influencia de aquellas personas clave para lograr robustecer su perfil, respecto al conocimiento y manejo de la organización.
Lo importante no es tener toda la información en su poder, lo importante es saber quién tiene la información que se requiere.
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El potencial Cognitivo y Estratégico de los líderes no es suficiente por sí solo para escalar posiciones y alcanzar objetivos poderosos. Pues también se requiere de esa capacidad para persuadir e influir, para relacionarse con sutileza e inteligencia, para comunicarse de manera clara e integral.
Lo cual, lleva a sembrar adecuadamente una idea, un proyecto, o alcanzar los objetivos corporativos por los cuales responde el líder.
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Aquel líder que tiene la capacidad de establecer un relacionamiento interpersonal efectivo, entiende con claridad que no solo requiere hacerlo con personas de su entorno cercano o de su disciplina laboral.
Este líder tiene la claridad holística para determinar cuáles son esos puentes en áreas externas u otras entidades que pueden, en determinado momento, ser un apoyo o ayuda en una situación puntual.
Sin embargo, además de tener esta capacidad, un líder así establece los contactos, los activa y los mantiene. Sin esperar a que surja la necesidad de acudir a ellos para pedir un favor o hacer alguna consulta. La gran mayoría de líderes cae en la trampa de esperar una necesidad para activar el relacionamiento interpersonal. De esta forma, la efectividad se diluye y la posibilidad de éxito se minimiza.
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Finalmente, y no menos importante, el líder que sabe comunicarse y relacionarse con su equipo directo de trabajo tiene la capacidad de informar, participar, discutir, explicar. Sobre todo compartir lo que requiere el equipo para lograr resultados exitosos.
Por lo tanto, los líderes que toman su tiempo para compartir encuentros con sus equipos de trabajo tienen muchas más posibilidades de éxito. En comparación a aquellos que consideran que esta actividad es una pérdida de tiempo o que hay cosas más importantes que reunirse con el equipo.
¡Gran error! Los líderes que frecuentan las reuniones y sesiones de trabajo con sus equipos de manera individual y grupal tienen habilidades para relacionarse. Además, saben resolver preguntas, apoyan a su equipo, pueden aconsejar a otros, pueden resolver crisis del grupo, acortan tiempos y hacen que las cosas sucedan con mayor rapidez.
Las organizaciones nos comparten sus inquietudes respecto a sus líderes, y en muchas ocasiones el común denominador es que tienen individuos con altos perfiles técnicos. Pero con bajas capacidades de Relacionamiento Interpersonal y Comunicación, lo cual impide que los consideraren para posiciones superiores. Es decir, donde las dificultades y conflictos se acentúan y generan bloqueos en los resultados.
La buena noticia es que sí hay alternativas para neutralizar esta situación, quizás no para llevarla a niveles superlativos, pero sí para que no sea un elemento negativo para el líder.
Conclusión y reflexión:
La capacidad para establecer y mantener relaciones cordiales, recíprocas y cálidas.
Escrito por:
Paulo Emilio Pinzón Loboguerrero
Director de Desarrollo y Liderazgo de personas